Mostrando entradas con la etiqueta esposa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta esposa. Mostrar todas las entradas

sábado, 19 de abril de 2014

50 Maneras de Amar a tu Pareja - 1 al 10

1. Primero ámese cada uno a sí mismo.

2. Empiecen el día abrazándose.
3. Desayunen en la cama.
4. Díganse te amo cada vez que se separen.
5. Elógiense en forma espontánea y sincera.
6. Reconozcan y festejen sus diferencias.
7. Vivan cada día como si fuera el último.
8. Escríbanse cartas de amor inesperadas.
9. Planten una semilla juntos y cuídenla hasta su madurez.
10. Salgan juntos una vez por semana.

Continuara....

lunes, 10 de marzo de 2014

5 MANERAS DE DAR AMOR A TU ESPOSO... Y SENCILLAS

El matrimonio puede ser una de las relaciones más divertidas y gratificantes de las que podemos tomar parte. Aquí hay algunas maneras divertidas de demostrar amor a tu esposo y agregar sabor a tu relación.

La calidad del matrimonio depende del esfuerzo que estemos dispuestos a invertir en él. Ninguna persona aparece mágicamente en un matrimonio que es totalmente feliz y sin problemas, sino que el lograrlo lleva un poco de esfuerzo. Cuanto más dispuestos estemos a enfocar nuestros pensamientos, oraciones y esfuerzos en el matrimonio, éste llegará a ser más divertido, alegre y pleno.


Aquí hay algunas maneras de dedicar interés y energía extra para amar a tu esposo:

¡Evita la crítica y dedícate a elogiarlo! Si bien es cierto que a veces uno necesita comunicar las frustraciones, los esposos también necesitan muchos elogios. Algunos estudios revelan que los matrimonios exitosos tienen interacciones positivas que sobrepasan las negativas en 5 a 1. Así que si tienes que quejarte de algo, asegúrate de que no sea todo lo que hagas. Ama y elogia a tu esposo.

Ora por élDeberías hacer esto no solo porque necesita la ayuda de Dios, sino también porque la oración te ayudará a ti también. Al tomar tiempo para orar por tu esposo estás entrenando tu mente para considerar sus necesidades, metas y las dificultades que esté teniendo. A mí me gusta orar por inspiración adicional a fin de saber cómo le puedo apoyar mejor como su esposa.

Trátalo de la manera que quieres que seaEsta verdad se aplica a todas las relaciones. El apoyo positivo va mucho más lejos que las quejas. Una vez me disculpé con mi esposo por algo que me parecía una actitud negativa y él dijo: “Nunca te he escuchado quejarte. Tú eres tan positiva”. El hecho de que él haya visto esta cualidad en mí me hizo querer ser siempre de esa manera. Encuentra maneras de elogiar a tu esposo y busca lo bueno en él.

Ámalo, sírvelo y sorpréndelo. Los mejores matrimonios son un resultado del esfuerzo que se les dedica. Esfuerzate en amar a tu esposo. Planifica con tiempo y deja una nota linda para que él la encuentre. Deléitalo con unas vacaciones de sorpresa. Obséquiale entradas para ver su equipo de futbol favorito. Escóndete detrás de la puerta de entrada y envuélvelo en un GRAN abrazo cuando llegue a casa. Lo que hagas, hazlo con todo el empeño de tu corazón.

Conoce su idioma. Claro que llenar su correo electrónico con mensajes cariñosos es lindo, pero si su idioma de amor es la cercanía física, no va a significar mucho para él. Yo tenía una compañera en la universidad que solía dejarme notas por todo el apartamento. Más tarde me enteré que ese era su idioma de amor, y que esa era la manera en que ella se sentía más apreciada. Ella pensaba que estaba fortaleciendo nuestra amistad al escribirme todas estas notas, sin embargo mi idioma de amor es el tiempo de calidad. Yo me sentía mejor con las amigas con quienes me juntaba para pasar un rato ameno.

A fin de amar a tu esposo eficazmente necesitas saber qué le hace feliz. A veces amamos a las demás personas de la misma manera en que nos gusta ser amados, y después nos preguntamos en qué nos equivocamos. Cualquier persona puede hacer una búsqueda en Google y encontrar una asombrosa cantidad de ideas sobre cómo amar a su esposo, pero al final tú eres la única que sabe lo que traerá un éxito total en tu matrimonio. La mejor manera de demostrar amor es tratar de aprender más sobre tu esposo, atendiendo a sus necesidades y preferencias a medida que las conoces. Y recuerda que estas pueden cambiar a medida que transcurre el tiempo. Así que diviértete, sé proactiva y sigue la corriente. Tu matrimonio y tu esposo te lo agradecerán tal como a mí me ha sucedido.


Traducido y adaptado al español por Anders Peterson del artículo original “5 ways to give your husband love” de Kristina Manscill
- See more at: http://familias.com/5-maneras-de-dar-amor-a-tu-esposo#sthash.LKB8Q4FG.dpuf

viernes, 28 de febrero de 2014

COMO MANEJAR EL DINERO EN PAREJA




Dejen de estar en rojo
por Suzanne Lesser
Usted ha gastado demasiado otra vez, y ahora está discutiendo con su cónyuge acerca de cómo pagar las cuentas. Pues, usted está dentro de lo típico: más peleas giran en torno al dinero que del sexo o de los suegros. El dinero es una fuente de fricción, pero no tiene que ser así.
El experto financiero Howard Dayton, cofundador y ex director general de Crown Financial Ministries, habló con En Contacto en cuanto a cómo manejar el dinero como Dios desea. Esto es lo que él recomienda a las parejas.
1. Descubra la verdad acerca del dinero. Uno de los primeros principios que enseña Crown es que Dios es el dueño de todo. Nosotros no somos más que mayordomos (Sal. 104:24). La mayoría de los cristianos desconocen que la Escritura está llena de consejos sobre el dinero. La Biblia habla de cómo ganarlo, gastarlo, ahorrarlo, invertirlo y pagar las deudas.
2. No permitan que el dinero los divida. Aunque estén enfrentando una situación económica difícil. No haga ataques personales a su cónyuge. En lugar de ello, busquen juntos la manera de resolver el problema. Busquen la dirección del Señor, en vez de dejar que las dificultades económicas divida su matrimonio.
3. Tenga una “cita financiera” cada semana. Eviten hablar de problemas de dinero antes de irse a la cama o antes de salir a trabajar. Escojan el momento en que no estén cansados, con hambre o de mal humor. Revisen sus finanzas, sus metas y oren por las decisiones que tengan que tomar.
4. Hagan un plan de gastos senc illo. De acuerdo con el Departamento de Comercio de EE.UU., el estadounidense promedio gastará $1,22 por cada dólar ganado. Así que, en vez de preguntarse después en qué se les fue el dinero, planifiquen de antemano cómo va a manejarlo. Hay una serie de presupuestos a la mano, desde la técnica de poner efectivo en sobres, hasta herramientas en línea y softwares.
5. Permítanse c ierta libertad en el presupuesto. Pónganse de acuerdo en una cantidad máxima que puedan gastar sin que antes tengan que consultarse mutuamente. El monto destinado para esto dependerá de una serie de factores: El monto que tienen que pagar por la vivienda y por las deudas. Al pagar lo que deben y aumentar su ahorro, la cantidad de lo que puedan gastar libremente será mayor. Dice Howard: “Si una familia tiene muchas deudas, yo reduciría al mínimo esa cantidad, aunque conservaría al menos $5 al mes”.
6. Ahorren para las emergenc ias. Cuando el refrigerador ya no dé más, o explote el radiador del automóvil, se les arruinará el presupuesto a menos que tengan ahorros. Dayton recomienda que las personas comiencen haciendo un fondo de $1.000 para las emergencias. Pero una vez que hayan pagado sus deudas, deben esforzarse por ahorrar el equivalente a tres meses de sus gastos cotidianos.
7. No tomen decisiones económicas importantes sin el total acuerdo de ambos. Si Dayton o su esposa quieren algo con vehemencia, pero no están de acuerdo, entonces esperan. “Vamos a orar juntos y a tomarnos el tiempo que sea necesario, hasta que escuchemos claramente qué dirección quiere el Espíritu de Dios que tomemos”, dice Howard.
8. Oren en vez de discutir. Muchas veces, uno de los cónyuges está dispuesto a confiar en Dios en cuanto a las finanzas, pero el otro no lo está. Howard les recuerda a las personas que no deben perder de vista lo más importante: el dinero debe ser utilizado para desarrollar una relación más estrecha entre los cónyuges. Dice Howard: “Si la esposa quiere dar el diezmo, pero el marido es reacio a dar un centavo, yo no convertiría eso en un campo de batalla. Con frecuencia, las personas aceptan un consejo de alguien que no sea su cónyuge. Por tanto, yo oraría porque el Señor ponga al cónyuge en contacto con alguien que él o ella respete -con una persona piadosa que esté manejando su dinero de acuerdo con el deseo del Señor. Lo mejor que usted puede hacer es orar”.
9. Celebren los avances. Cuando la mayoría de las parejas hablan de dinero, el tema se convierte en una guerra a pequeña escala. “El celebrar los avances crea un ambiente de gratitud y de confianza dentro de su matrimonio”, dice Howard. Estas celebraciones no tienen que ser costosas; cuando Dayton y su esposa lograron su primera meta económica, pudieron permitirse solamente un viaje a una playa cercana. Las celebraciones tienen el beneficio adicional de inspirar a otros a lograr, también, sus metas económicas.
10. Equilibren sus ahorros con generosidad. Cuando decidan bendecir a otros económicamente, no sólo se acercarán más ustedes como pareja, sino que también se acercarán más a Cristo. “Si nos concentramos exclusivamente en ahorrar e invertir, y no somos generosos, nuestro corazón estará puesto en esos ahorros, dice Dayton. Pero si ustedes tienen un equilibrio y son generosos con su dinero dando a los demás y a la causa de Cristo… su corazón podrá estar más unido al Señor, que es el objetivo”.
Regnier, Pat y Gengler, Amanda: “Men, Women, and Money”, CNNMoney.com, Marzo 14, 2006

jueves, 3 de octubre de 2013

LA SOBERBIA DISFRAZADA Y JUSTIFICADA....

Muchos matrimonios viven hoy en día una actitud de soberbia disfrazada y justificada en su relación.
La soberbia es una actitud orgullosa y egoísta que es mucho más peligrosa y letal cuando actúa solapadamente encubierta detrás de una máscara de religiosidad o de razonamientos “justificados”.
Esa soberbia es la que nos hace creer que tenemos la razón y que nuestro cónyuge es el que está fallando y merece el castigo de Dios. La soberbia te hace creer que tienes la razón, pero se contradice con tu actitud irrespetuosa e intolerante con las debilidades de tu cónyuge.
Si tu cónyuge está fallando realmente en alguna área de su vida, tu misión no es criticarle, juzgarle y condenarle, sino más bien servirle y apoyarle a vencer esa debilidad. Esto es lo más difícil hacer, pero es lo que Dios nuestro Padre celestial espera de nosotros sus hijos.
Una de las misiones más importantes en el matrimonio, es que cada uno debe encargarse de levantar la autoestima de su cónyuge, animarle, apoyarle, servirle incondicionalmente. Solo de esa manera podemos esperar una reacción positiva de él (ella) para acercarse a Dios y decidir cambiar los hábitos negativos.
No importa quién tiene la razón, si la quiere imponer con soberbia, de nada nos sirve, porque entonces destruimos a la misma vez el propósito de la razón que es siempre edificarnos unos a los otros y apoyarnos en nuestras debilidades los unos a los otros. Eso es lo más espiritual que podemos hacer. Eso es verdaderamente madurez espiritual. Si verdaderamente amas a Dios, tienes que estar dispuesto(a) a hacer su voluntad incondicionalmente y si tienes verdadera FE en ÉL, tienes que creer que todo tu esfuerzo y sacrificio va a dar fruto abundante en tu esposo(a), tu familia y el Ministerio que Dios les llame a servir.
Josué 1:8-9Que no se aparte de tu boca este libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.
Abandona tus pensamientos negativos y empieza a pensar en la gracia del Señor que te da nuevas fuerzas cada mañana y te levanta como las águilas para que puedas ser obediente a su palabra. Tus pensamientos son los que definen tus sentimientos; entonces si quieres sentirte bien, medita en la palabra de Dios y en sus promesas de restauración y de vida y aprópialas para tu matrimonio y tu familia. Después que tu matrimonio este saludable, entonces podrás seguir el llamado de Dios y servirle a Él.
Si eres capaz de reconocer que hay soberbia en ti, toma la decisión hoy mismo de pedirle perdón a Dios primero y a tu cónyuge después. Si no lo puedes hacer entonces tu soberbia y tu orgullo es aún muy fuerte en ti y necesitas ayuda espiritual para lograrlo. Búscala hoy mismo!
Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. CUÍDALO!
Luis Y Hannia Fernandez.
matrimonios@happy4ever.org

lunes, 16 de septiembre de 2013

VISIÓN PARA EVITAR MALENTENDIDOS...


La vida matrimonial no es un lugar para andar calculando a quien le corresponde o de quién es la obligación. El verdadero amor no conoce tal decisión! Ninguno, excepto un necio, tomará tal curso. La vida matrimonial es para tomar el primer paso hacia la reconciliación, para disculparse primero. Si palabras ofensivas han sido dichas durante el día, deben ser consideradas instantáneamente. 

Aquí tenemos una buena práctica, si palabras de ofensa o enojo han sido dichas durante el día, este versículo debe ser aplicado: “Airáos, pero no pequéis. No se ponga el sol sobre vuestro enojo” (Efesios 4:26). Antes de cerrar tus ojos para dormir, debes estar seguro de que hay una completa restauración de la relación entre ti y tu cónyuge. Las palabras “lo siento” traerán paz al corazón, sumado a un buen sueño nocturno. El verdadero amor se deleita en ser el primero en perdonar. No hay lugar para el orgullo en la vida matrimonial. No debería haber sido permitido antes del matrimonio. No debe ser permitido ahora.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

ESPOSO, Cabeza del Hogar - Parte II

.....El esposo es aquel que mantendrá unido y ligado el hogar como una faja o banda para ajustar. Si esa faja se rompiese, el hogar caería. Confiere además la idea de que está para ser un líder, un protector y un proveedor con una gran cuota de tierno y amante cuidado. 

Se demanda Sacrificio

Ahora veamos las responsabilidades de un esposo hacia su esposa, las cuales pueden ser sintetizadas en una sola palabra: AMOR. “Maridos amad a vuestras mujeres” (Efesios 5:25). No es una opción, ¿pero cómo podemos medir el peso y la profundidad de esa palabra? A menudo usamos la palabra para describir cosas tales como: “amo mi automóvil,” “amo mi perro”, o “amo cabalgar.” De todas maneras, cuando hablamos de amor en una relación matrimonial, la palabra mueve su significado a un nivel mucho más alto.

La Biblia dice, “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” (Efesios 5:25). La medida completa de tal amor es imposible de comprender para cualquier hombre mortal, pero debe ser la meta de cada verdadero esposo porque se le requiere lograrlo. Si un hombre realmente piensa en esto, entonces todo su egoísmo muere dentro suyo ante el altar del matrimonio. ¿Qué incluye el amor en relación a la vida matrimonial? En el matrimonio, la esposa llega a ser muchas cosas para su esposo, pero la más importante es que ella llega a ser su mejor amiga. Los siguientes versículos ponen este amor en perspectiva y nos dan un más claro entendimiento de este amor: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15:13). Jesús estableció este ejemplo para nosotros en la cruz. No podemos hacer menos por nuestra mejor amiga, nuestra esposa. Ahora, veamos cómo esto se relaciona con el matrimonio.

La esposa también puede encontrarse siendo arrastrada hacia un centenar de

diferentes direcciones. Tal vez ninguna de ellas sea mala en sí misma, de todos modos, Dios pone una prioridad sobre el hogar, y nosotros debemos hacer lo mismo. El esposo es responsable de establecer guía y ser el ejemplo de liderazgo en el hogar. No es para ser pasado a su esposa. Ella está para seguir y sostener el ejemplo del esposo, siendo guiados juntos por verdaderos principios bíblicos.

El esposo debería ser el líder en oración en las comidas y en el devocional hogareño a la noche con su esposa e hijos. El debe ser un estudiante de la Palabra, aplicando enseñanzas y verdades bíblicas a las muchas situaciones que se presentan en el hogar. El debería llevar a su familia a la iglesia, no solamente enviarles. El hogar y la iglesia deben trabajar juntos edificando un matrimonio en el cual Jesucristo es la cabeza....


Fuente: http://www.bbnradio.org

Continuara


martes, 3 de septiembre de 2013

ESPOSO -La cabeza del hogar


Part 1


Lo primero que debemos aceptar es que el hombre y la mujer son diferentes. Los hombres tienen cualidades masculinas, y las mujeres tienen cualidades femeninas. La estructura física misma del hombre es diferente desde las células de su cuerpo con sus 23 cromosomas. Hombres y mujeres difieren físicamente, emocionalmente, psicológicamente, mentalmente y relacionalmente. Dios diseñó al hombre primero y determinó que necesitaba una ayuda, entonces creó a Eva. De todos modos, ambos fueron creados a la imagen de Dios. “a imagen de Dios lo creó, varón y hembra los creó” (Génesis 1:27). Esto los hace co-iguales bajo Dios.

Dios claramente dio diferentes roles al esposo y a la esposa con un claro mandato al esposo. El es quien “ama a su esposa como Cristo amó a su iglesia” (Efesios 5:25), y él es quien “ama a su esposa como a su propio cuerpo (Efesios 5:28). ¿Qué propósito más alto ha puesto Él delante de un esposo? Está para mostrar el mismo interés por ella en cada aspecto, tales como: nutrirla y apreciarla, protegerla y tener el mismo amor auto-sacrificado que Cristo tuvo por la iglesia. Cuando un hombre trata a su esposa de este modo, encontrará una esposa a quien le será fácil respetarlo y someterse como “al Señor”. El debe entender que una mujer no es propiedad de un hombre, sino su compañera.

De hecho, esta relación determina la efectividad de las oraciones del hombre e impacta tremendamente su vida espiritual. “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo” (I Pedro 3:7). Esto no es una referencia a la vida moral o espiritual, sino a la estructura física del cuerpo, la cual demanda respeto, honor y amor, si has de ser efectivo sirviendo al Señor.

Aún en el jardín del Edén, Dios dejó claro que el propósito de Su creación fue multiplicar y poblar

la tierra. La reproducción ha sido siempre evidencia del plan de creación de Dios. En el mismo versículo siguiente, Dios dio un mandamiento que una vez por todas arregla la perversión concerniente al pensamiento de la sociedad actual. El dijo, “fructificad y multiplicaos” (Génesis 1:28). A pesar de lo que el hombre moderno pueda decir, no cabe duda que la homosexualidad es una malvada perversión contra el plan de nuestro Creador. Ellos no pueden reproducir físicamente. Sodoma y Gomorra trataron de violar esto. Dios les destruyó como un ejemplo de Su juicio por violación de Su Divino plan. Si tienes preguntas sobre esto, lee Romanos 1:26-27.

El esposo es aquel que mantendrá unido y ligado el hogar como una faja o banda para ajustar. Si esa faja se rompiese, el hogar caería. Confiere además la idea de que está para ser un líder, un protector y un proveedor con una gran cuota de tierno y amante cuidado....


Fuente: http://www.bbnradio.org

Continuara

lunes, 2 de septiembre de 2013

Nunca digas nunca, historia Real - (INFIDELIDAD)

Por  Gary y Mona Shriver:

Recorrer el pasillo de la casa aquella noche fue una de las cosas más difíciles que he hecho en toda mi vida. Yo sabía que esto podía ser el final de todo lo que me importaba: familia, amigos, trabajo, iglesia.

Me senté en la cama al lado de mi esposa. Levantó la vista, y me dijo: "¿Cómo estuvo tu reunión?" No pude evitarlo —me puse a llorar—otra vez. Acababa de pasar las dos últimas horas en la oficina de nuestro pastor, confesando un secreto que había ocultado durante los últimos años.

"Me estás asustando", dijo Mona.
Me cubrió con sus brazos tratando de consolarme, pero finalmente susurré mi terrible confesión: "Te he traicionado; te he sido infiel".
Sabía que nuestras vidas acababan de cambiar, pero no tenía idea de lo que sucedería después. Sentí cómo mi esposa se ponía rígida y se alejaba de mí. Se encogió ante mis ojos, y pensé que se desmayaría.

¿Por qué nos pasó esto? Teníamos un buen matrimonio y tres hijos que amábamos profundamente. Pero el ajetreo de la vida nos alejó poco a poco. Fue así como la amistad con una compañera de trabajo se salió de control. Un toque inocente llevó tramposamente a otros más. Comenzó un romance extramarital, y un día se convirtió en una semana, después en un mes y posteriormente en tres años.

Lo único que yo sabía era que no podía seguir así. Tenía que arreglar mi situación con Dios y, de ser posible, con mi esposa. Por dentro me estaba muriendo. Dios mío, ¿qué he hecho? Sabía que había desgarrado el corazón de la mujer que amaba, que había estado conmigo durante 20 años.

LA HISTORIA DE MONA

Miré el rostro de Gary, y vi que algo trágico había sucedido. Mientras me confesaba su traición, sentí como si estuviera viendo desde lejos a unos desconocidos sentados en nuestra cama.
Lo que sí sabía yo era que la vida nunca sería igual. Yo jamás volvería a ser la misma. El miedo y el dolor me envolvieron. Me costaba respirar. Una tragedia había ocurrido —y me había sucedido a mí.
Le pregunté a Gary si él quería el divorcio. El quería ver si podíamos sanarnos, si yo estaba dispuesta a intentarlo. ¿Sanar? Ni siquiera estaba segura de si podría sobrevivir.

Había vivido completamente engañada. Gary había estado teniendo durante los últimos años un romance con mi mejor amiga, y yo nunca lo había sospechado. No tenía idea de que nuestro matrimonio fuera vulnerable. Gary no era bueno para mentir; siempre pensé que lo sabría si lo hacía. Mis amigos pensaban que él era maravilloso: lavaba los platos y la ropa; cambiaba los pañales. Éramos amigos; podíamos hablar de cualquier cosa. Por supuesto, habíamos tenido nuestros malos momentos en dos décadas de matrimonio, pero nada que no pudiéramos superar. ¿Acaso había sido tan mala esposa?
Sentí indicios de cólera. Tuve náuseas. Pasé el resto de esa noche llorando, sintiendo que el dolor penetraba cada centímetro de mi ser. Me sentí más sola que nunca.

A partir de esa noche, hubo un nuevo calendario en mi vida: antes, durante y después de su infidelidad. Mientras que la carga de Gary empezaba a aliviarse, la mía estaba comenzando a derrotarme bajo su peso aplastante.

UNA HISTORIA DE RESTAURACIÓN

GARY
Cuando nos casamos, sabíamos que nuestro matrimonio funcionaría. Éramos unos buenos amigos que se amaban y respetaban mutuamente.
Cinco años después, Mona se graduó de enfermera, yo inicié mi propia empresa, y tuvimos nuestro primer hijo. Unos años más tarde ambos nos hicimos cristianos Ahora teníamos un vínculo más que nos mantendría firmemente unidos.

Al cumplir 20 años de casados, ambos estábamos muy activos en el trabajo de la iglesia. Pero, aparte de nuestras apretadas agendas, teníamos que criar a tres varones, lo cual estaba resultando mucho más difícil de lo que habíamos imaginado, y rara vez teníamos tiempo o energías para nosotros. Nos repetíamos una y otra vez que "nuestro tiempo" vendría después, cuando en verdad tuviéramos tiempo. Pero lo cierto es que estábamos atrapados en una vida que nos estaba llevando por caminos separados.

Esas primeras semanas después de mi confesión fueron un tiempo borroso. Más tarde supimos que era normal, ya que la revelación de infidelidad es como una muerte repentina. Mona, que antes había sido un modelo de fortaleza, a duras penas podía salir a rastras de la cama. Apenas tenía la energía suficiente para cumplir con su turno en el hospital.

Pero, con excepción de mi sentimiento de culpa y del dolor de ver sufrir a mi esposa, yo estaba experimentando libertad por primera vez en mucho tiempo. De inmediato dejé de trabajar con aquella otra mujer, y corté todo contacto. Al no seguir viviendo una mentira, podía de nuevo pasar tiempo con Dios y disfrutar de su presencia. Hacía todo lo que podía para dejar que Mona pasara tiempo a solas para pensar y llorar. Pero mi mayor desafío era agotador: sabía que tenía que responder sus continuas preguntas lo más honestamente posible. A diferencia de mí, Mona no sabía nada de lo que había sucedido durante los últimos años. Necesitaba poder llenar los espacios en vacíos como un rompecabezas, y yo necesitaba unir pacientemente las piezas —una y otra vez, cada vez que hiciera falta, hasta que ella pudiera entender mejor su vida. Las palabras de cólera no eran raras, ya que la verdad no era agradable.

MONA
Pocos en la iglesia me habrían criticado si hubiera dejado a Gary (Mt 19.9), pero yo sabía que divorciarme no haría desaparecer el dolor; yo tendría que pasar por el proceso de llanto y sanidad, con o sin él.

Esa noche de la revelación hace 17 años fue terriblemente dolorosa, pero también marcó el comienzo de nuestra recuperación. No porque alguno de nosotros creyera que podíamos sanarnos, sino porque sentíamos que no teníamos nada más que perder. Lo único que sabíamos era que queríamos obedecer a Dios, no importa adonde nos llevara eso.

Así que empezamos a ver a un consejero cristiano que confiaba en que nuestro matrimonio podía sanarse. Aunque nos aterrorizaba pensar que tal vez no pudiera. Lo que realmente necesitábamos era hablar con otra pareja que hubiera sido devastada por el adulterio y logrado la restauración. Queríamos ver a personas reales que pudieran decirnos honestamente que el dolor de luchar con este profundo trauma emocional valía la pena. Pero nuestro consejero no podía encontrar a nadie que tuviera la experiencia o las cualidades que se necesitaban en estos casos. Por tanto, dábamos un paso a la vez en un camino cuesta arriba que ni siquiera sabíamos que existía.

Hablamos mucho sobre la infidelidad de mi esposo y sobre nuestro matrimonio, y pronto nos dimos cuenta de que, si bien estaban relacionados, se trataba de dos asuntos distintos. La infidelidad había sido una decisión unilateral de Gary, pero los dos éramos responsables de nuestro matrimonio, y necesitábamos comprender por qué había fallado. También teníamos que volver a aprender a ser sinceros y a escucharnos —caímos en cuenta de que nunca habíamos sido verdaderamente honestos el uno con el otro, y que teníamos cosas que no eran compatibles con un matrimonio saludable. Por supuesto, estas no eran excusas para el adulterio; Gary podía haber decidido hablar de estos problemas con honestidad en vez de buscar consuelo en otra parte. Pero ahora era nuestra oportunidad de abordar cosas de las que no nos habíamos ocupado por mucho tiempo.

Pero después de diez meses de haber comenzado nuestra restauración yo sentía que el proceso de "recuperación" me estaba matando poco a poco. En una sesión de emergencia, nuestro consejero nos ayudó a aclarar un problema ocasionado por una respuesta de Gary. Por alguna razón, escuchar esta voz imparcial más allá del caos emocional nos permitió ver el verdadero problema de manera clara y ocuparnos de él. Salimos de su consultorio con esperanzas renovadas; aunque la lucha no había terminado, yo sabía que podía seguir adelante con el poder de Dios.

GARY
Con el tiempo, y perseverando día tras día, comenzamos a ver los progresos que habíamos hecho. Sentimos por fin que la restauración era posible.

Nuestro consejero nos llamó dos años más tarde, y nos dijo: "¿Recuerdan que una vez me preguntaron si sabía de alguna pareja con la cual pudieran reunirse?" Siguió diciendo: "¿Están ustedes listos para ser esa pareja para otras personas?"

Eso nunca nos había pasado por la cabeza. Hacer esto significaría reconocer ante otros el dolor de nuestro pasado sufrimiento. ¿Se repetirían nuestros peores recuerdos y emociones? Al hablar y orar por la idea, recordamos lo necesitados que habíamos estado nosotros. Por tanto dijimos que sí.
Nuestro primer encuentro con una pareja determinó el rumbo de un ministerio con el que nunca habíamos soñado cuando iniciamos este camino. Después de que todos vimos el enorme impacto de este apoyo en la recuperación de ese matrimonio, fundamos Hope & Healing Ministries (Ministerio de Esperanza y Restauración) junto con ellos. Doce años después, seguimos viendo a Dios actuando de manera poderosa al aconsejar a parejas que enfrentan la misma situación que vivimos nosotros, que se preguntan si habrá esperanza para ellos.

La noche en que Gary hizo su confesión, ninguno de nosotros esperaba que hubiera una restauración. Dudábamos de que el dolor se marcharía. Pero ahora sabemos que el adulterio, por más destructivo que sea, no significa automáticamente una sentencia de muerte para un matrimonio. Encontrar el camino fue lo más difícil que hemos hecho, pero hoy tenemos un matrimonio fuerte y feliz basado en amor, respeto, intimidad y confianza. Y hemos visto una y otra vez que la restauración se ha vuelto una realidad en otras parejas antes desdichadas. La recuperación es un trabajo difícil que requiere de dos corazones dispuestos. El mismo Salvador que permite a los pecadores estar puros delante de un Dios santo, puede restaurar lo que está en ruinas, convirtiéndolo en algo hermoso y deleitable.